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levantarse"


miércoles, 22 de abril de 2009

ARGUMENTACIÓN DEL DIAGNÓSTICO

LOS VALORES Y LA EDUCACIÓN BÁSICA EN MÉXICO
Todos los grandes cambios a los que nos enfrentamos en la estructura social, familiar, económica, cultural y tecnológica, crean efectos variantes en el comportamiento humano, si a todo esto le añadimos que no somos educados en la voluntad, sino más bien se nos ha enseñado a ser voluntariosos, entonces tenemos un desorden con nuestra sociedad, lo cual acarrea todo un oleaje de antivalores o una jerarquía de valores equivocada.

Los valores tienen una jerarquía, esta es la que dirige toda la vida de cada hombre, por lo que es necesario, incluso indispensable tener una adecuada jerarquía de valores.

Fortalecer los valores en nuestra sociedad es una necesidad actual y debe de convertirse en una prioridad, porque será lo que nos permita tener mejores formas de convivencia basadas en el respeto, la honestidad, la cooperación, la responsabilidad, la gratitud, la puntualidad, el servicio, la obediencia y el compromiso; y así poder evaluar nuestras acciones para actuar de acuerdo a principios éticos, morales y que contribuyan al mejoramiento y bienestar de nuestro entorno.

Los valores son un bien que en definitiva mejoran a la persona y que ésta se derrama de manera inmediata en la sociedad. El verdadero progreso personal, supone la adquisición de valores.

Los valores son hábitos repetitivos buenos, que se adquieren mediante las fuerzas humanas, estas son actitudes firmes, se practican con convicción y sobretodo son estables, llevan al perfeccionamiento de la voluntad, la cual regula los actos humanos, nuestra conducta, nuestras pasiones, elevan y disponen el potencial de cada ser humano para armonizarse buscando el bien.

Durante las edades entre los 6 y 12 años, teniendo en consideración las cualidades, aptitudes y características de esta etapa de crecimiento, podemos aprovechar que son más fáciles de moldear, de fomentar, de educar en ellos la voluntad y una buena jerarquía de valores.
Así mismo tomamos en cuenta que los niños aprenden pronto debido a su cualidad de observar y de imitar a las personas, se verá en ellos de manera pronta la adquisición de valores, por tanto es necesario tener modelos auténticos a seguir, evitando distorsionar o desvirtuar los principios y valores básicos.

Para esto, los niños deben de conocer la vida y los valores de personas que testifican la importancia de los valores en su vida y cómo la adquisición de los mismo, hizo que marcaran la diferencia y los hizo ser personas de gran valía para nuestra sociedad y pudieron vivir bajo las normas más elevadas de conducta ante cualquier circunstancia.
La enseñanza de los valores no es nada fácil.
Esta enseñanza y el aprendizaje de los valores deben estar enmarcados en una teoría constructivista.

Han existido muchas formas de cómo el hombre aprende los valores. Unas han llevado al éxito en un momento histórico pero posteriormente han perdido valor y hasta se pueden considerar retrógradas.

La teoría constructivista en los valores nos lleva a que cada persona vaya adquiriendo su jerarquía de valores.

No es fácil ya que existe una gran heterogeneidad y muchos tenemos una diferente jerarquía de valores debido a que éstos los recibimos o adoptamos en mayor o en menor medida de las personas más cercanas a nosotros, cada persona con distintas formas de pensar y con distintos conceptos muchas veces contraponiéndose unos con otros.

Cuando entran en crisis los modelos educativos basados en criterios seguros de valor, suelen imponerse posturas que de una forma u otra apelan a concepciones relativistas de los valores y en muchos casos el resultado final no es el más adecuado ya que un relativismo reinante nos lleva a un conflicto de intereses en los cuales siempre habrá uno o más perdedores.

Se entiende que el dominio progresivo de las formas del pensamiento es en sí mismo un valor deseable que, a su turno, nos acerca a juicios cada vez más óptimos y valiosos de los valores teniendo como máximos representantes a Piaget y Kohlberg.